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El Transporte Público de Lima

De una relación simbiótica 

Tienes 2,3,1, la bronco sube planchada

Datero

Publicado: 2014-04-20

La primera vez que me subí a una combi fue en 1996. Aún existía la línea P (Pamela), que iba por la misma ruta que la S. Guardo un grato recuerdo de una unidad muy particular, porque el cobrador y el chofer eran los únicos que aceptaban mis S/. 0.50 de escolar. Siempre pasaban entre las 7 en punto y 7:05am como máximo. Ambos, cobrador y chofer, eran muy respetuosos, amables y serviciales, comprendían perfectamente el valor e importancia de su trabajo. Ambos bordeaba los 55 años o más, con plena experiencia en el rubro, eran el ejemplo a seguir. Nunca se pasaron una luz roja, ni te bajaban en cualquier esquina. Probablemente, los últimos representantes un grupo prácticamente extinto.

Después de 17 años, varias cosas han cambiado en Lima: esas columnas extrañas en la aviación se convirtieron en un tren eléctrico, en la vía expresa armaron un sistema de buses semi- funcional, los taxis se han multiplicado 10 veces y los carros particulares aún más. Incluso, hoy en día nos prometen un metro que ira de Ate al Callo, se interconectara con el metropolitano y varias alucinadas más.

Sin embargo, hay un grupo que no ha cambiado en absoluto, se ha quedado estancado en el tiempo y solo han ido de mal en peor. Se caen a pedazos, apestan, se quedan sin frenos, las puertas se caen, las ventanas no se abren, o por el contrario no hay ventana, sino un plástico sucio. Los asientos están rotos, impregnados de la cultura general de la ciudad. No hay espacio, tienes que sentarte de costado, pedir perdón antes que permiso. Tengo que decir que he notado algunas gratas excepciones como la 40, la 22, y otras más que han comprado nuevos buses, hasta las Vinas también han invertido en las nuevas Hi-Ace Toyota. Da gusto ver buses nuevos en la ciudad, da la impresión que poco a poco estamos progresando, estamos un poquito más cerca del cambio, pero no hay que dejarnos engañar, esto a veces es un arma de doble filo, porque por más los buses cambien, el mayor peligro aún sigue intacto: el chofer.

Que incentivo tiene un chofer de combi para manejar bien? para respetar las reglas de tránsito y a los usuarios, terminar su ruta, no dejarte botado a medio camino, pero sobre todo no jugar con tu vida. Para que va seguir las reglas, si al contrario, al hacerlo, va perder lo único que le importa: dinero.

Pero debemos preguntarnos algo antes: quien o quienes están detrás de esta situación? Se trata solo de los endemoniados choferes y cobradores? Quizás los usuarios malcriados que fomentan y presionan a los choferes para que rompan las reglas o los otros que se quedan callados al ser testigos de tantas barbaridades tengan alguito de la culpa. Esos policías bien machitos para pedir coimas pero que se les acaba la gracia cuando son descubiertos? Las autoridades que no hacen nada y los dejan circular? No hay que perder de vista que el problema del transporte público es consecuencia y reflejo de la violenta sociedad en la que vivimos.

Un chofer de combi tiene que despertarse todos los días antes de las 5am, de lunes a domingo. Tomar un desayuno al paso, si es que comen algo, luego van al terrapuerto de su empresa. Tienen que llegar temprano para escoger al cobrador más avivado, sino tal cual una clásica pichanga, los últimos que quedan son los más “monces”. Cada vuelta, que cruza media ciudad, les toma entre 3 a 4 horas en el infernal tráfico limeño, aguantar gente faltosa, malcriados, choros, achorados que están dispuestos a arrancarle la cabeza a cualquiera por 20 céntimos, dateros mentirosos que les pasan el dato incorrecto para que se demore más, sin dejar de lado a los temidos tombos, esos mismos que les pueden costar toda la chamba de una semana, pero sobre todo, cada vuelta es una ruleta rusa, que no sabes cuándo va disparar. En promedio hacen 4 vueltas al día - calculo que sacan entre 60 a 100 soles la vuelta, asumiendo una combi de 18 asientos, donde entran fácil 24 planchados- y maso menos es un 30% para el cobrador a veces 40% cuando los une un lazo de amistad. Usualmente, no terminan toda la ruta, sino que hasta acá nomas llegamos y regresan a su casa entre las 10pm u 11pm, sabiendo que mañana nada va cambiar.

Por qué voy a cambiar lo que ya funciona? Para que voy a modernizar mi unidad, endeudarme, para ganar los mismo? Para que voy a pagar esa papeleta, si en realidad puedo seguir manejando sin problemas, con tal que no me eches no pasa nada. Además, todas esas papeletas lo único que buscan es recaudar más dinero para la policía, y si tengo tantas papeletas en mi historial lo más probable es porque no tuvo el efectivo y la suerte para pagarla ahí mismo.

La situación se está poniendo más tensa aun porque últimamente parecen haber más accidentes, o por lo menos, los medios los reportan más, mejor aún si se trata de una combi con una cifra alucinante de papeletas acumuladas. Si pierdo esta chamba, pierdo a mi familia. De donde voy a sacar para mantenerlos?

Es alucinante, pero hemos llegado a tal nivel de infamia, que estas personas realmente creen que es su derecho trabajar en las condiciones que lo han venido haciendo.

Pero, como es posible que tanta irresponsabilidad, tanta decadencia se haya acumulado en la ciudad al nivel de cobrar vidas cada semana? Como es posible que tantas unidades, con miles de soles en papeletas, sigan circulando sin problemas. Por qué permitimos tanta mierda?

El alucinante nivel de tolerancia de la sociedad tiene mucho que ver aquí. Se trata de una tolerancia convenida, hipócrita y sesgada, porque yo no tengo la culpa de nada, sino el otro. Nos hemos acostumbrado tanto a la cultura combi que ahora somos parte de ella. Es una relación perversa, en la que no te digo nada si me dejas unas cuadras más allá del paradero, si me cobras una china hasta el ovalo nomas, si me dejas subir a mi perro, si me recoges del lado izquierdo, si aceleras para que llegue más temprano, aunque apurados como tu van a directo a la tumba, como señala claramente esos horribles stickers que representan toda su filosofía. Porque no voy a caminar hasta al puente para cruzar, si por acá nomas se puede, menos voy a caminar al paradero y más bien acá nomas baja baja.

El grupo de transportistas, si es que fuesen lo suficientemente inteligentes para darse cuenta, tiene el poder de paralizar la ciudad, literalmente detenerla. Cada que vez que este grupo convoca a paros, le entra un sensación de parálisis a la MML, su sudor cambia de color, pero al final la suerte esta de lado de la MML, porque se trata de un grupo que no puede ni definir su tarifas. No pueden ni organizarse dentro de sus propias empresas, con las justas pueden definir representantes. Simplemente nunca va a ser un grupo organizado porque se trata del día a día de tantas familias que necesitan ese dinero para sobrevivir.

Antes de empezar la cacería contra los choferes, yo le haría una simple pregunta a los usuarios del sistema de transporte publico limeño: realmente estamos preparados para un sistema de transporte moderno, decente, respetuoso? Un bus que solo pase a ciertas horas, que solo pare en ciertos paraderos? Un sistema con tarjetas prepagadas, un sistema mucho más caro, que no acepte chinas. Ojo, ya no vas poder salir a cualquier hora y estirar la mano y ya estas. Ahora vas a tener que ser puntual, caminar, estar preparado y tener una tarjeta con saldo.

Acaso, los accidentes de tránsito son exclusividad de las combis y coasters asesinas? Acaso, solo las combis se pasan la luz roja, o también las modernas camionetas del año. Por qué mantenemos esa visión tan sesgada de nuestra realidad? Por qué cuando las combis se pasan la luz roja es una atrocidad y cuando una camioneta del año hace exactamente lo mismo, no es tan malo, simplemente miramos al costado. Por qué esa doble moral que critica tanto a la policía por su facilidad para estimar la mano por una mísera coima, pero al encontrarnos en esa situación, no dudamos en bajarle sus faltosas 20 luquitas para tu gaseosa jefe. Aquí nadie se salva, todos, absolutamente todos somos parte del problema: combis, coasters, taxis, peatones y los carros particulares con sus modernas camionetas, que al parecer los hace impermeables a esta discusión.

En mi opinión, Lima necesita a las combis y las combis necesitan a Lima. Ambas no pueden vivir sin la otra, es una relación simbiótica alucinante, mortal, violenta, sucia, degenerativa. La ciudad se ha acostumbrado a esta manera de vivir, es su vicio, vivimos adormecidos por esta droga que no podemos dejar.

Para darse una idea de que tan difícil va ser modernizar el transporte limeño, quiero poner como ejemplo a la Parada. La MML, con su mínima capacidad de gestión y liderazgo, le tomo varios años, muchos dolores de cabeza y un montón de plata desalojar a unos cuantos comerciantes amarrados con mafias que les convenían que ese basural de la Parada siga existiendo. Todo esto, que se debe considerar una victoria para la ciudad y el espacio público, fue percibido como un acto de transgresión contra estos comerciantes. Un hecho que debió recibir el respaldo de la opinión pública, de la sociedad en su conjunto como una sola, al contrario tuvo detractores, hubo críticas e incluso las famosas trabas burocráticas se personificaron en el impresentable Malzon Urbina. Ahora, cuanto tiempo y dinero creen que va tomar desalojar a cientos de miles de estos criminales que están atornillados en las calles de Lima (y para que quede claro), no se trata de la capacidad de los transportistas de atrincherarse y evitar el cambio, sino el respaldo de la sociedad civil y su unidad frente al cambio. Cuantos Malzon Urbina aparecerán? Con nuestro sistema judicial, donde solo cuatro juzgados de transito manejan más de 2 mil procesos, con sentencias que toman entre 9 meses a más, cuanto tiempo nos tomara limpiar la ciudad?

Este anhelado cambio no va llegar fácilmente. Se necesita una combinación especial de parte de todos los actores en la sociedad. Tanto las autoridades, los medios de comunicación, la MML, la PNP, el Estado Peruano, el sistema judicial hasta el presidente y sobre todo la opinión pública y la sociedad civil en conjunto debemos estar alineados con firmeza para trabajar y dejar trabajar a quienes corresponde para conseguir este esperado cambio que tanto necesita nuestra capital.

Desafortunadamente, creo que antes que todo esto suceda, primero vamos a clasificar al mundial y ya todo sabemos ni matemáticamente vamos a clasificar.


Escrito por

decopiloto

Todo Benavides, Larco, Pardo!


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