#ElPerúQueQueremos

No hay por donde

Publicado: 2014-08-03


Por qué nos resulta tan difícil reconocer lo positivo?

Vivir en el Perú implica estar constantemente escuchando malas noticias, todos los días nos bombardean con asesinatos, violencia, accidentes de tránsito, hechos de corrupción, derrotas deportivas, noticias insólitas, desastres ambientales, decepciones e indignación. Este es un problema generalizado, en todos los rubros nos va mal, aunque existen ciertas excepciones (ceviche, pisco, machu picchu, etc. Ya todos los conocemos).

La sociedad está constantemente bajo la presión de malas noticias, tanto así que hemos llegado a creernos que estamos hasta el culo, incluso durante el apogeo económico de la década pasada, no la creíamos. La verdad es que sales a la calle y te encuentras con un tráfico infernal, con delincuencia, estafadores, informalidad, basura en la calle; en general la sociedad ha asimilado como norma general la falta de respeto, y esto en cierto grado es comprensible, porque la única manera de sobrevivir en una sociedad tan agresiva es justamente adaptarse a su violencia e incorporarla a tu accionar. Este ciclo se ve intensificado con la falta de normas y disciplina por parte del Estado, el cual no tiene presencia tangible para los ciudadanos y por ende no existe para la gente.

La suma de todos estos ingredientes ha creado una sociedad que atrofia la capacidad del peruano por reconocer lo bueno, lo positivo y por el contrario constantemente resalta lo negativo. Nuestra sociedad reprime incesantemente las buenas noticias, no me refiero solo a los medios de comunicación, pero en general todos los ámbitos de nuestro día a día. Nos hemos vuelto pesimistas profesionales al punto que ya nada nos alegra, somos un niño de 2 años llorando todo el tiempo haciendo berrinche pensando que eso va lograr algún cambio. Como en todo, hay quienes se han desarrollado un poco más y su nivel de reflexión y crítica les permite ir un poco más allá, al punto de comprender la verdadera naturaleza del problema que denuncian, sin embargo (y esto es una constante fija en todos los casos) nadie hace nada al respecto, o justamente lo que pasa es que no podemos reconocer estos cambios, ya sean porque no son visibles para la sociedad o bien no los queremos ver.

Yo creo que es un poco de ambos. La crítica en si es necesaria para seguir avanzando, justamente su naturaleza nos permite darnos cuenta donde estamos fallando y que debemos solucionar para seguir avanzando. Sin embargo, criticar por criticar, sin fundamento, criticar porque lo escuche en otro lado, o criticar porque es lo que nos hace feliz es un grave problema que tenemos los peruanos, porque precisamente nos quedamos en eso, en la crítica nada más, y no vamos mas allá, no damos ese paso extra necesario para solucionar el problema, sino que nos acomodamos al problema en vez de solucionar y pareciera que el simple de hecho de criticar ya se vuelve en tu redención, sin embargo nos quedamos ahí, en el papel, en la crítica. Esto se ha vuelto un círculo vicioso bastante peligroso, porque reprime aquellos que desean actuar, con lo cual no hay por donde avanzar, ya que la acción o inacción frente a un problema va ser criticada siempre, estés haciendo las cosas bien o mal, estés avanzando o retrocediendo, la comodidad de la crítica ha atrofiado a la sociedad y no le permite diferenciar su rumbo.

Es en este punto que entran a tallar los líderes de opinión, quienes deben ir de la mano con la sociedad y mostrar el camino a través de consenso y unidad, sin embargo nos encontramos con que nuestros líderes de opinión son los peores críticos, son los mayores representantes los que critican todo. Qué hacemos? Pues cambiarlos y empezar a escuchar a gente más inteligente, a la nueva generación que realmente desea el cambio. Debemos renovar nuestras bases y migrar hacia la nueva generación de peruanos que si están dispuestos a actuar, a generar el cambio que necesita el país.

Quiero comentar tres acontecimientos recientes de importancia nacional, que pueden ser criticados o celebrados:

1) Humala anuncia el incremento del gasto fiscal para priorizar educación y salud: de esto se desprende populismo, asistencialismo social, por ende reelección conyugal,

2) Reforma de transporte: se están logrando cambios históricos en la ciudad de Lima por mejorar el sistema de transporte, lo que sale a luz son los errores, llegaron tarde, la gente no entiende como es, improvisación, etc.

3) Ministro Urresti: está enfrentando frontalmente el crimen con resultados tangibles, sin embargo tiene denuncias que justamente salen unos días después de ser ministro, además no ha hecho ninguna reforma, no tiene plan de largo plazo, es pura pantalla, etc.

Para mi estos tres acontecimientos tienen tanto aspectos negativos como positivos, incluso me atrevo a decir que los factores positivos sobrepasan su contraparte negativa. Vamos por partes:

El mensaje presidencial genero mucha expectativa en la víspera porque se esperaba el liderazgo necesario de un presidente para afrontar los grandes retos del país. Lo negativo fue que Humala puso en evidencia su total sumisión a Nadine y por ende su indefectible deseo para que ella sea candidata en el 2016. Ella ya es la presidenta bajo la sombra pero aun quiere más. Sin embargo, lo positivo, que para mí es bastante importante, es que el gobierno finalmente va tener un rol más agresivo y va empezar a usar la plata que tiene para priorizar lo que más necesitamos: educación, salud, seguridad.

Ya había mencionado en un artículo anterior la importancia de elevar el gasto destinado a la educación. Esta decisión es sino la más importante de este gobierno, ya que puede generar el cambio de tendencia que la educación necesita: asentar el camino para mejorar en educación a largo plazo. Los lobistas son tan poderosos en el país que lamentablemente no dejan que avancemos en rubros poco rentables como la educación (rentables a corto plazo). Solo quieren que les hagan sus carreteras e hidroeléctricas para que sigan explotando nuestro país, pero no les interesa que nos desarrollemos como capital humano. Incrementar 0.5% del pbi en el presupuesto de educación cada año son el tipo anuncios que necesita el país, pero por supuesto El Comercio no va dejar que Humala se lleve los créditos.

La reforma de transporte es un tema muy embarrado que lamentablemente no se le da la perspectiva que debería. Nos cuesta mucho comprender y asimilar el cambio positivo del sistema. A penas salieron los primeros lineamientos, salieron a la luz todos esos atrofiados a denunciar que este sistema no sirve, es un caos, improvisado, mucho más caro, etc. Para mí un hecho muy particular fueron esos buses que quisieron entrar a la av. Arequipa a sabiendas que está prohibido su paso por esa ruta. Los buses totalmente llenos quisieron meterse y pasar por encima de decenas de policías. No es que los choferes se sienten tan poderosos que creen que lo pueden hacer, sino que toda esa gente atrás del bus lo empoderaba para quebrar la ley, en otras palabras, la población en general no cree en el cambio, no lo necesita, quieren seguir perdiendo tiempo, salud, vidas, etc. Lo negativo de esta noticia es nuevamente la intención electoral de este cambio, que estratégicamente se realiza meses antes de elecciones, cuando se pudo haber hecho antes.

El ministro del interior ha salido con fuerza y poco a poco le está devolviendo a la policía la dignidad y el principio de autoridad, que tanto necesita. Salieron todos esos ex ministros del interior a criticarlo, asesino, improvisado, no tiene visión de largo plazo, pura pantalla, etc. Pero con que concha critican estos atorrantes, si cuando ellos estuvieron ahí, no hicieron nada, nada de lo que hablan. Por qué siempre la misma huevada, que fácil es denunciar, hablar de lejos, pero cuando están ahí, no lo hacen. Justamente la comodidad que genera criticar les permite mandarse con tales denuncias y dejar la acción para los demás, para los que serán criticados. Lo positivo del ministro del interior es que está trabajando y su trabajo se ve, es visible y tangible para la población, lo negativo es nuevamente el tinte político de su accionar a favor del presidente (léase Nadine), y el riesgo que efectivamente sea todo una pantalla y nuevamente se desperdicie una oportunidad.

Por qué nos resulta tan difícil reconocer lo bueno, lo positivo? Dentro de tanta mierda que nos inunda todos los días ya no podemos diferenciar nada y generalizamos todo lo que sucede, entendemos que nos va perjudicar y por tanto debemos criticarlo. A esto debemos sumarle que las noticias y sucesos más importantes para el país están constantemente enmascarados por la manipulación de los grupos de poder (El Comercio, SNI, Congresistas, Políticos basura, Empresarios, etc.) y a su vez es necesario un análisis sin sesgos para ver su verdadero propósito. Ya no sabes quien trabaja para quien y aquí es todos contra todos, por tanto primero estoy yo, saco mi tajada y ahí verán los demás, esto significa que si debo atentar contra otro para guardar lo mío, pues lo hare sin lugar a dudas. No confiamos ni en nuestra familia, no le creemos nada a nadie, porque ya no nos van agarrar de huevones; lamentablemente lo cierto es que estamos completamente controlados por los grupos de poder que llenan sus bolsillos a costa de nuestra integridad y naturaleza, en donde lo peor de todo es que probablemente nuestra situación no cambie justamente porque sin darnos cuenta nosotros mismos no lo vamos a permitir y seguiremos criticando y criticando y criticando desde la comodidad de nuestra mierda sin hacer nada….


Escrito por

decopiloto

Todo Benavides, Larco, Pardo!


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